El día de la visita al Palacio de los Condes de Gabia a la exposición "al Rasso", Ángel nos pidió que sacásemos huellas, yo no entendía, ahora entiendo lo que dijo, una vez que realizásemos una, las demás iban a surgir solas. Al salir de la exposición, me quedé pensativa, pensé cómo esta exposición nos muestra cosas de la vida cotidiana que tenemos y que no apreciamos o cosas a las cuales buscamos un significado que puede que no tengan sino que solamente nos quieran transmitir una emoción.
Por otro lado quiero transmitir la frase que nos comentó nuestro profesor "que el arte contemporáneo es más cercano a la etapa infantil, ya que nosotros solemos sacarle un significado más allá" y tiene mucha razón ya que si mirásemos las cosas desde los ojos de los niños sin tanto raciocinio las veríamos de diferente manera, las apreciaríamos más y veríamos todo lo que nos puede transmitir o todo la variedad que tiene una simple cosa.
Las huellas que he recogido corresponden al día a día en mi vida, desde la textura del suelo de mi cocina, hasta texturas que encontramos en la universidad. Lo primero que he plasmado ha sido el suelo de mi cocina, ya que es donde primero voy todas las mañanas, de la universidad la mesa de estudio, las papeleras, el corcho donde se pueden encontrar diversas noticias y los botones de la máquina expendedora, que aunque yo no la visite pero tiene un gran número de visitas en el día. De mi casa he querido transmitir las texturas de la cortina del baño, porque me parece que es muy original; el cristal de una puerta que tengo lleno de pegatinas, el plato y el tenedor, y por supuesto mi gran afición que es la costura y poder comprobar cómo son las diferentes huellas de las diversas telas, y como cada cosa tienen una textura totalmente diferente a otra, cosas que están a nuestro alcance y que las usamos y no nos paramos a observarlas detenidamente y a apreciarlas.
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